LOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS EN LAS PAREJAS ACTUALES

Hola queridos lectores, en esta ocasión he decidido compartir lo que en base a mi experiencia clínica es el origen de los problemas en las parejas.

La lucha por el poder, junto con una deficiente comunicación, la mala relación con la familia política e incompatibilidades en la vida sexual, serían como los cuatro jinetes del apocalipsis de las parejas modernas.

En los últimos años se ha modificado el concepto tanto de la pareja como de la familia. La mujer se ha emancipado y ha comenzado a asumir roles tradicionalmente masculinos, y viceversa. Es decir, se transformó el papel que cada miembro desempeña en la relación.

Sin embargo, son las mujeres quienes aceptan, en mayor medida, la existencia del problema y buscan ayuda con un psicoterapeuta. Los hombres, por su parte, se mantienen a la defensiva.

El 95 por ciento de las personas participantes en los talleres de grupos de desarrollo humano son mujeres. Eso habla del temor de los varones por enfrentar esos ámbitos de su persona.

En una buena relación se comparte el poder. Las etapas de crisis, cuando los hijos se van de casa, surgen problemas económicos o cambios de trabajo, se enfrentan con éxito sólo cuando hay cimientos sólidos en la relación.

Analicemos cada uno de estos elementos:

1. LA LUCHA DE PODER

El varón continúa con la idea de que él es el proveedor y quien manda en casa. Hasta cierto punto es normal, porque en el perfil masculino existe una tendencia de proteger y su fantasía es la de tener a una mujer a quien cuidar.

Hasta hace un par de décadas, los roles en el hogar estaban muy bien definidos: la mujer se encargaba de hacer la limpieza, cocinar y cuidar a los hijos, mientras que el hombre trabajaba, llevaba dinero a la casa y se encargaba de poner las normas y castigos a los hijos. Ahora, la pareja en la actualidad, implica una relación equilibrada, donde ambos puedan proveer las necesidades materiales y emocionales de la familia.

No quiero decir que la mujer de hoy sea superior al varón, ni viceversa, sino que deben complementarse y ceder el poder cuando sea necesario. Los hombres de hoy, deben comprender que para tener una relación equilibrada con una mujer con ánimos de realizarse, tendrán que desarrollarse en las áreas femeninas que no lo han hecho, como la ternura, comprensión, el objetivo es no sentirse menos por participar en labores del hogar.

2. FALTA DE COMUNICACIÓN

Los principales factores que contribuyen a la aparición del conflicto en la pareja tienen que ver con el poca habilidad para comunicarse y para saber cómo resolver los problemas.
Existe un problema en la comunicación actual porque el hombre le cuesta trabajo escuchar a la mujer, debido a que es una habilidad que no ha necesitado para ser exitoso en el terreno de los hombres. Ahora las mujeres han aprendido a expresarse mas.

Un hombre que desarrolla la capacidad de escuchar a la mujer sin corregirla, sin hacerle sugerencias, a menos que ella se lo pida, es quien logra que su pareja esté contenta.

Durante el noviazgo se corre el riesgo de aparentar. Incluso hay mujeres que no dicen abiertamente sus deseos para el futuro con tan de mantener a un hombre a su lado y guardando la falsa esperanza que podrá cambiar a su pareja después del matrimonio.
No está bien eliminar la opinión del otro sólo porque sea distinta, pues él o ella son así porque han aprendido una serie de patrones, que se deben a su evolución y a su educación y no pueden evitar. En otras palabras, la relación puede enriquecerse con las posturas de uno y de otro sin que alguno de los dos tenga la razón. Son simplemente dos posturas ante la vida, de las cuales se puede escoger la que mas convenga al proyecto de ambos.

Hay solo dos clases de personas: los que se cierran y culpan al otro, y los que tocan fondo y deciden buscar ayuda.

Las personas que se cierran corren el riesgo de ser abandonadas o ser víctimas de la infidelidad, porque no se puede mantener una relación saludable suponiendo que el problema desaparecerá por arte de magia.

3. FAMILIA POLÍTICA

Otro de los temas más conflictivos se da en las relaciones con la familia de origen.

Por ejemplo, hay madres que no educan bien a su hijos, ya que les hacen creer que son los reyes de la creación, que todo se lo merecen y que por lo tanto, ninguna mujer les dará la talla. Esas son las suegras más temidas.

En la actualidad éste sigue siendo uno de los motivos más frecuentes de conflicto. Es muy difícil entender que la persona con la que se vive es fruto de su educación. Ese dicho de que no te casas con la familia politica es falso. Muchas cosas de la personalidad de tu pareja, son fruto de su familia de origen, y si desde el principio no la soportas, pues la vida en pareja sera muy dificil. A menos que ambos pongan distancia suficiente de sus respectivas familias de origen, para que no les contaminen demasiado.

4. VIDA SEXUAL

Cuando hay gustos, tiempos, horarios, posiciones, frecuencia y deseos diferentes, sin que existan disfunciones propiamente dichas o consumo de alguna sustancia o medicamento que inhiba el deseo sexual, entonces hablamos de incompatibilidad sexual, una de las principales causas de fracaso en varias parejas

Hay dos conflictos principales.
El primero con respecto al ejercicio de la sexualidad:

Por un lado estan las mujeres que reprimen el ejercicio de su sexualidad y viven con el temor de mostrarse con su pareja.
Por el otro, están algunos hombres a quienes les amenaza una mujer que se siente gozosa y con mucho placer, porque es tachada de fácil, cuando en realidad, es alguien que ha evolucionado de manera integral y disfruta su cuerpo.

El segundo conflicto tiene que ver con la intimidad emocional, el poder abrir el corazón al otro y que debe ser lograda antes que la intimidad física.

La mujer debe entender que debe demorar lo más posible la entrega física cuando inicia una relación con alguien hasta afianzar lo emocional. La finalidad es que la intimidad física se nutra con la emocional, porque si se salta esta parte, la entrega sólo se tratará de un momento, sin un después.

Lo más importante es que ambos miembros de la pareja sean valientes y se atrevan a adaptarse a las diferentes etapas de la vida en pareja, y que puedan a traves de la psicoterapia encontrar nuevos acuerdos.