lunes, 1 de septiembre de 2014

El valor de ser Tu mismo.





Qué importante es comenzar ese hermoso camino hacia tu interior.

Pero a la vez, ¡que reto tan grande, poder conocernos poco a poco, sin miedo, sin culpas, sin sentirnos mas ni menos que nadie!

Hay varios momentos en la vida en los que tendríamos que detenernos a explorar nuestros verdaderos sentimientos, motivaciones, creencias. Estos aparecen cuando pareciera que nos fallamos a nosotros mismos. Cada vez que no escuchamos nuestra voz interior, esa voz maravillosa que nos conecta con nuestra parte divina y que acallamos muchas veces detrás de la máscara de nuestro ego.

Ya en otro artículo hablábamos del EGO, y como al no conocerlo e incorporarlo en nuestras vidas de manera moderada, se convertía en el amo y señor de nuestras decisiones dejando sus efectos en nosotros y en los demás.

Esa parte que se oculta pretendiendo no existir en nuestra vida y que Carl Jung le llamaba Nuestra sombra.

No es sencillo acceder a nuestra parte oscura o secreta. Muchas veces ni siquiera estamos conscientes de que la tenemos. Y parece que nos empeñamos en mostrar de forma muy persistente nuestra parte luminosa. Nos volvemos -sin darnos cuenta- unos perfectos actores que aparentamos lo que nos gustaría ser pero aun no somos.

Cuando nos refugiamos detrás de nuestra apariencia y pretendemos enseñar lecciones que aun no entendemos, proclamamos verdades que no asimilamos, y lo más triste, negamos nuestras miserias, nuestros deseos frustrados...y solemos juzgar en los demás, lo que no toleramos en nosotros mismos.

Nuestra existencia es tan corta, pero no conocemos el camino por el cual debemos transitar. Evitamos en lo posible entrar en las profundidades de nuestro ser, intentando quizás no asustarnos con lo que pudiéramos encontrar...

Nos escondemos detrás de nuestras aparentes posesiones, de belleza física, dinero, conocimiento, poder externo... detrás de nuestros dogmas, a los cuales nos aferramos por ser lo único que parece darnos algo de seguridad.

Pero detrás de todo eso. Esta nuestro SER.

Ese que sabe de su divinidad, que no conoce tiempo, ni espacio. Que no juzga. Que simplemente es. Que trasciende a las situaciones. Que ve al resto como parte de el mismo. de si mismo.

Que trata de mostrarse en algunos momentos cuando la armadura esta distraída. Cuando se ve a través de nuestras miradas tiernas, puras y limpias del niño o niña que aun vive dentro.

Pero, de pronto, el Ego se da cuenta, que hay posibilidad de sufrir, de sentir intensamente las cosas, de ponernos a llorar como niños, de mostrar nuestros miedos, nuestras angustias, nuestros deseos mas fervientes... y vuelve a ponerse su careta. Dejándonos huecos, vacíos, como si nuestra alma se fuera.

Comenzar a caminar, desde donde te encuentres, intentando escucharte en el silencio del alma.

Shhh... guarda silencio.

Deja que ese HERMOSO SER, se comunique.

Se, quien eres. no temas, porque existes por algo, por alguna razón y solo en el silencio, CONOCERÁS LA RESPUESTA.

y CAMINANDO, ENCONTRARAS LA DIRECCION.

¡Buena suerte viajero amigo!





Me lanzo al ONLINE

Holaaaa... Me da mucho gusto saludarte luego de un buen de tiempo que no pasaba por aquí... Te cuento que este ha sido un año maravi...