jueves, 4 de octubre de 2012

El Drama de las Mujeres LIberales

El Drama de las Mujeres liberales.


La mujer moderna se liberó de la idea de que únicamente existía para ser Esposa y Madre. Desde entonces, muchas mujeres salieron a la calle a buscar nuevos horizontes, como profesionistas y en ocupaciones gratificantes para ellas. Lo cual no es algo malo. Sin embargo, dentro de esos nuevos roles, se fueron permitiendo cada vez más y más libertades. Vivir solas, mantenerse como fruto de sus ocupaciones, comprar sus casas y vehículos. Lo cual no es algo negativo. Pero, conforme se fueron sintiendo más capaces y poderosas, las cosas fueron cambiando. Ya no esperaban que un hombre las protegiera, no dejaban que nadie les dijera como y de qué manera vivir sus vidas. Tampoco con respecto al manejo de su sexualidad habría límite alguno. Entonces enviando el mensaje al mundo de “No Necesito a nadie” se fueron quedando solas. Pongamos un ejemplo. Una mujer que un buen día decidió que tendría las mismas oportunidades de relacionarse con los hombres de la misma forma que lo hacen algunos que son mujeriegos. Y se fue enredando con cuanto hombre le parecía bien a sus necesidades. Los años pasaron, y de ser muy hermosa y poder acceder a hombres atractivos, se fue volviendo cada vez menos selectiva. Hasta llegar a los 40 con un triste historial de relaciones casuales, que le fueron dejando una actitud cínica y a la vez triste.

No quiero decir que el hombre deba tener más privilegios al relacionarse con las mujeres, sino que las mujeres que pierden todo el respeto por su templo sagrado que es su cuerpo, tarde o temprano lo ven reflejado en su actitud ante la vida, en el hastío de las noches largas al lado de hombres vacíos que solo la desearon pero no la amaron.

¿Qué logró esa mujer? Tener los hombres que deseó. ¿Y qué con eso? ¿No acaso se sentirá más vacía por el resto de su vida? ¿Le servirán esos recuerdos para olvidarse de la realidad de no tener a su lado a alguien que le diga lo hermosas que son sus arrugas en la cara? Sé que no todas las mujeres quieren tener a su lado a un hombre por el resto de su vida, pero lo que sí puedo asegurar es que si mantuvieron intacto su amor propio, esa sonrisa de respeto permanecerá por siempre en su rostro, aunque viva sola.

¿Por qué una mujer se ofrece a vivir una vida superflua? La verdad es que es una forma de desquitarse por algo que siente que le fue quitado. Quizás le vendieron muy bien la idea de que “todos los hombres eran iguales, malos o traidores”. Y claro había que darles su merecido.

¿Qué hacer si en algún momento de tu vida, perdiste ese respeto por ti misma? Recupéralo. ¿Cómo? Comenzando a cuidar bien de ti. No te entregues a personas que no quieran amarte. ¿No quieres amar a nadie? No ames a un hombre, si no quieres, pero hay alguien a quien debes amar. ¿Sabes a quién? A TI MISMA.



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Me lanzo al ONLINE

Holaaaa... Me da mucho gusto saludarte luego de un buen de tiempo que no pasaba por aquí... Te cuento que este ha sido un año maravi...