Hola queridos amigos y amigas que siguen este blog cada semana:
Es muy frecuente para mi como terapeuta ver a diario como muchas personas sufren por diferentes motivos; a veces lo que parece ser el motivo en realidad no lo es. Me explico. he tenido en consultorio muchas veces a mujeres que sienten desmoronarse por la pérdida de su pareja por abandono y/o muerte. pero al comenzar a explorar sus vidas vamos descubriendo actitudes o hábitos muy negativos que han afectado la forma como perciben sus vidas. Y surgen verdaderos conflictos que se remontan a etapas muy lejanas de su niñez; a veces al explorar a sus abuelos y demas familiares, encontramos serias limitaciones en la forma como en esa familia se dio la dinamica del amor/odio/indiferencia.
Es sencillo pensar que la causa de nuestro sufrimiento es lo que nos hace en el presente nuestra pareja, hijos, jefe, o familiares; sin darnos cuenta que mucho de lo que nos pasa, tiene muchos otros factores.
Si el trabajo terapeutico fuera simple como tocar con una varita magica al paciente y cambiar su vida sin ninguna responsabilidad para el, yo de mil amores lo haría. Pero, la vida nos obliga a traves de las experiencias a enfrentar lo que nos cuesta trabajo, aquello que debemos reconocer en nuestro origen y en nuestro interior.
Cuando al platicar con una persona le explico como se va a dar el proceso de crecer, algunas hacen cara de asombro, disgusto o entusiasmo, y dependiendo de esta expresion, se por anticipado, si en verdad quieren aprender a hacer las cosas de manera diferente a como las han hecho antes. Cuando a partir de esta primera sesion, aceptan y se comprometen con ellas mismas primero, y con el tratamiento, han grandes posibilidades de lograr evolucionar; pero tambien se que si comienzan a poner trabas, como esa famosa frase de: si doctora, pero... ENTONCES NO HAY NADA QUE HACER POR ELLA.
En la vida todo tiene un precio. Nos guste o no, hay que pagarlo.
Toda persona que hemos conseguido algo en la vida por nuestro propio mérito hemos pagado ese precio para crecer.
A veces hay que seguir avanzando aunque lo que estemos descubriendo nos duela. Aunque tengamos que escuchar alguna observación dolorosa. Sin embargo, por alguna razon decimos estar buscando ayuda. Creo que porque no hemos encontrado las respuestas adecuadas.
Si con el tiempo descubrimos que hemos sido soberbios y sin aceptar ninguna indicación para mejorar seguimos quejandonos, pero no hacemos nada, mas nos vale mejor guardar silencio. Y solo cuando estemos listos y seamos humildes para aprender de quien ya tiene lo que deseamos. entonces quizas pagaremos el precio.
Crecer implica atreverse a descubrir lo mejor y lo peor de uno mismo. Aun cuando de miedo.
es tan solo para valientes. Quien ya está listo.
¿Te atreves?
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