¿LA SOLEDAD O ESTAR CONTIGO MISMA?

Es frecuente escuchar a personas que dicen sentirse muy solas, a veces aún estando rodeadas de familiares y amigos. Te has preguntado amable lector ¿De dónde surge ese sentimiento de soledad? Una paciente lo describió así: “Me siento sola porque dentro de mi hay un vacío que nadie ha podido llenar”. Precisamente el origen de ese vacío, se remonta a mucho tiempo atrás cuando quien nos crió, no supo darnos el calor, la protección y cariño que en nuestra condición de niños nos hacía tanta falta. Pero esos seres (padres y demás familiares) no pudieron transmitirnos su amor porque ellos tampoco lo recibieron. Así es como llegamos a la vida sin saber lo que es ser suficientemente queridos. En nuestro interior había una gran necesidad de recibir mucho afecto de los adultos, pero no fue posible. Entonces tal vez en esos momentos nos aislamos, sintiéndonos poco apreciados y con un fuerte sentimiento de abandono, porque ante la inmensa demanda de amor, llegaron solo unas cuantas gotas de cariño.

Cuando crecemos con esas carencias, la sensación es la de no ser suficientemente valioso ni querido. Ni siquiera por uno mismo. ¿Cómo podría sentirse estima por alguien a quien no aprendimos a amar? ¿Cómo podría amarme yo, si a mi nadie me amó? Aquí es donde aflora el sentimiento de soledad. Estas personas que se sienten solas, en realidad anhelan desesperadamente que alguien cercano a ellas (su pareja, sus hijos, familiares y/o amigos) llenen ese vacío interior. Desafortunadamente, sus demandas son excesivas ya que en realidad son las demandas de amor de un niño desvalido. La gente que se siente sola, no logra sentir que es suficiente lo que le brindan los demás. ¡Claro! Porque solo un padre o una madre amorosos podrían transmitirles la seguridad que tanto anhelan. Pero ¿cómo podrías tu amable lector(a) llenar ese vacío, si nadie más podría hacerlo?

Empieza por aceptar que tus padres no son culpables de lo que te pasa, ellos también tuvieron serias carencias y limitaciones.
Busca en tu interior la figura del padre o madre amorosos que necesitas. ¿Cómo? Imagínate que Tu eres tu propio padre. Y a la vez eres tu propio hijo.
Entabla contigo mismo un diálogo interior donde te digas cosas que te consuelen y alivien tus penas.
Evita juzgarte duramente cada vez que fallas. NO te autoagredas. Perdónate.
Si a tu alrededor tienes a alguna persona que sea muy detallista contigo, muy maternal y te demuestre su cariño, permítele estar cerca de ti. Esa persona fungirá como una madre o padre amoroso.
Regálate buenos momentos y no te sientas culpable por ser feliz haciendo lo que te gusta.
Fíjense que interesante, hay una gran diferencia entre sentirse solo y poder estar con uno mismo. En el primer caso, se siente como si nadie pudiera cuidar de ti, mucho menos quererte. En el segundo caso, buscas dentro de ti al ser divino que eres, y le brindas todo tu cariño. Tal como lo harías con el ser más maravilloso que pudieras conocer. Tu mejor amigo, tu mejor compañía. ¡TU!
Entonces, la próxima vez que vayas al cine, sin la compañía de nadie más, y te pregunten “¿Por qué vas al cine solo? Contesta sin titubear: “Estas equivocado, no voy sola, ¡VOY CONMIGO MISMA!”…