Una persona que se obsesiona por su pareja, al grado de que
solo puede concebir su vida al lado de la misma, y que está dispuesta a
permitir a veces humillaciones y malos tratos, con tal de que no la abandonen, y
que presenta baja autoestima, es un
dependiente emocional.
Las etapas por las que pasa el dependiente emocional son las
siguientes:
1.Comienza por una euforia cuando conoce a alguien que parece ser
el ideal para su vida.
2. Busca agradarle de una y mil maneras, a veces incluso
acepta renunciar a amigos y familiares si a su pareja no le agradan.
3. Llega a
actuar como un prisionero(a) de la pareja teniendo que pedir autorización para
tomar decisiones personales.
4. Una vez que se establece el vínculo formal, no
logra hacer actividades sin la otra persona, ya que se siente mal por no
compartirlo todo con ella.
Las personas dependientes emocionales, suelen
idealizar a la otra persona, atribuyéndole muchas veces cualidades que no
tienen, o si tienen algunas, pasan por alto detalles que pudieran
perjudicarles, como el que tenga vicios, o hábitos insanos. Suelen admirar
desmedidamente al otro, haciendo de esa persona el centro de su mundo.
Existen también los casos en los que el dependiente emocional puede llegar a ser muy dominante con su pareja. Esto sucede porque lo
necesita mucho pero al mismo tiempo lo desprecia. Las características de una
persona así son:
1. Necesita a la pareja en demasía.
2. Utiliza muchas veces el
enojo, la humillación y los celos como armas para devaluar a su pareja y así
quitarle todo su poder.
3. Siente que su pareja le pertenece por ello aun desde
el noviazgo suele ser sumamente celoso(a) y posesivo(a), pudiendo a llegar a
ser desmedido en sus impulsos, y hasta violento/a). Aquí cuando parece que esos
celos son síntoma de un gran amor, y que en realidad enmascaran su falta de
seguridad y deseo de controlar y poseer al otro.
Los dos tipos de dependientes emocionales suelen atraerse
mutuamente. El que se deja controlar y mandar, ya que tiene pánico a la soledad
y al abandono, y el otro quien necesita poseer y manejar a la pareja para
hacerla sentir inferior y así sentirse superior. Ambos se necesitan
desesperadamente. Suelen ser relaciones sumamente difíciles, en las que como
dice el dicho: “No pueden vivir con el otro, pero tampoco sin el otro”. Es a
veces muy difícil reconocer que se vive una relación tan enfermiza, la realidad
es que son como dos carceleros y dos prisioneros dentro de la relación. Pero el
daño emocional puede ser tan desgastante que sería tanto como vivir con alguien
y tener que cuidar cada palabra que se dice, cada contacto que se establece con
otras personas ya que en cualquier momento puede venir una explosión de la otra
persona.
Para romper la dependencia emocional es necesario revisar en
nuestro pasado si hubo episodios de abandono muy pequeños, o de maltrato
psicológico o físico, carencia de afecto, ausencia de cuidados adecuados,
padres que culpaban o que eran crueles, por ejemplo.
Si estar con una pareja implica pasarla mal con frecuencia,
sintiéndose limitado para vivir la vida de una forma satisfactoria, es que esa
relación no es de crecimiento, sino de estancamiento. Y habría que trabajar en
la terapia la recuperación del amor propio, el miedo a ser abandonado o no
amado, para salir de una relación tan complicada. Una pareja debe ser un
proyecto de vida en el que ambos puedan ayudarse a crecer y desarrollar sus
áreas limitadas. Debe ser un proyecto fundamentado en el apoyo mutuo, la
aceptación, el respeto… y no en la sumisión, control y/o la agresión.
¿Vives con sumo cuidado porque tu pareja te hace sentir mal
la mayor parte del tiempo? Busca ayuda profesional. Algo definitivamente anda
mal en ti.
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