Cuando los bebés tienen 50

Cuando los bebés tienen 50.



Jaja, queridos lectores y lectoras.. Seguramente se sorprendieron con este título. Recientemente en un evento donde participaban varias personas, presencié el berrinche mayúsculo de una de ellas. Es increíble ver como cuando perdemos el control de nuestras emociones, perdemos también nuestra capacidad de adultos y nos transformamos en pequeños bebés que quieren salirse con la suya gritando, aventando las cosas, y mostrando la poca o nula tolerancia a la frustración. Sin dar mayores detalles de esa situación que me toco ver hace unos días, hoy quiero reflexionar con ustedes acerca de esa actitud tan inmadura y poco reflexiva. Viendo el comportamiento de esa mujer de alrededor de 50 años, me pregunté, ¿Qué determina que una persona se comporte de esa forma? Bien pues aquí está mi opinión:

1.Tuvo una infancia en la que se le permitió salirse con la suya gritando y amenazando.

2. Suele ser una persona intolerante, que no toma en cuenta lo que las demás personas necesitan.

3. Siente una inmensa necesidad de llamar la atención, si no es el centro de atención, hace cosas para que todo el mundo la vea, aunque sea de manera inadecuada.

4. Actúa de manera impulsiva, sin fijarse en que sus actos arrebatados perjudican a los demás, creando ambientes de tensión y desarmonía.

5. Tiene un gran “ego” que le hace pensar que el mundo y los demás deben girar a su alrededor.

Mis recomendaciones para ti si conoces o convives con una persona que se porta de esta forma:

1.No la invites a participar en actividades grupales donde se tengan que tomar decisiones entre todos. Ya que va a querer imponer su opinión.

2. Si no te queda de otra y debe participar, evita que tenga algún cargo donde tome las decisiones importantes.

3. Establece desde el principio las reglas para el trabajo de grupo, aclarando las consecuencias de violarlas. Si no cumple con lo que se estipuló, aplícale la consecuencia.

4. Si se porta muy agresiva y/o violenta, aléjate de ella, no entres en su juego. Adviértele que si sigue en ese plan, tendrás que irte a otra parte, hasta que se le pase.

5. No le permitas que te humille cuando se enoja. Dile que no estás dispuesto(a) a escuchar sus groserías.

6. No cedas a sus caprichos solo para que deje de enojarse. Porque si la complaces en esas condiciones, ya nunca más podrás negarte a sus demandas. Se firme, dile NO,

7. Si es tu hijo y aun es niño, no le des nada cuando hace berrinche, ya que tú serás el o la causante de que siga siendo un niño berrinchudo aunque ya sea un adulto.

Desafortunadamente conozco algunas parejas en las que uno de los dos es el niño o la niña berrinchuda, y el otro(a) es el complaciente, sumiso. Es muy triste ver cómo puede llegar a manipular con grosería y malos tratos una persona a la que le hicieron creer que era algo así como “El ombligo del mundo”, lo peor del caso es que quien vive a su lado, le sigue reforzando esa distorsionada idea. Así esa persona inmadura, jamás crecerá como debería. Así que revisa si a tu alrededor hay alguna persona de estas que menciono. Si esta en tus manos, ponle límites para que aprenda a valorar a los demás, incluyéndote.

A todos nos gustan las personas tolerantes, pacíficas, pero que saben defenderse con madurez. Esos bebés berrinchudos de 50 no respetan a sus esclavos, pero si los utilizan…¿Eres un bebé de 50? No te confíes, quizás un día despiertes, y veas que no hay nadie ya a tu lado.