lunes, 10 de mayo de 2010

LA MADRE QUE VIVE EN TI.

La Madre que Vive en Tí.


El primer contacto que tenemos los seres humanos desde que nos formamos es con nuestra Madre biológica, -a través de ella- conocemos el mundo. Ella con su amor, aceptación y cuidados de sí misma, nos va haciendo sentir amados, aceptados y cuidados. Con los años nos enseña su manera de ver la vida.

Cuando la Madre fue una mujer llena de temores, inconsistencias, indiferencia, sin querer, marca la vida de sus hijos, haciéndoles sentir quizás inadecuados, temerosos, con dificultad para resolver problemas de la vida; No por falta de amor, sino por falta de recursos para manejar de mejor manera su propia vida y la de los suyos. Cuando las limitaciones de la propia madre inhabilitan a los hijos para desarrollar al máximo sus talentos, es difícil superarlo sin ayuda. Sin embargo, me gusta imaginar que dentro de cada mujer, hay una Madre interna que es amorosa, cálida, y sensible a nuestras necesidades. En el caso de los varones, también existe un espíritu amoroso si alguna vez recibieron amor de alguna figura femenina.

La Madre que nos brinda su amor y seguridad, no siempre es la biológica, a veces una hermana mayor, una tía, o una abuelita, suelen cobijar en sus brazos al niño o niña que fuimos alguna vez. Pero, ¿y si el sentimiento que se tiene es de no haber tenido suficiente amor de madre? ¿Qué se puede hacer? Bueno en primer lugar reconocer que se nos dio lo que pudieron darnos, en segundo lugar, aceptar que de nada nos sirve “victimizarnos” recordando una y otra vez el dolor del abandono, maltrato, frialdad, quizás gracias a eso precisamente se nos fue forjando un espíritu más fuerte; ahora, si aún persiste la idea de que jamás lograremos salir adelante con entusiasmo y gozo por la vida, entonces deberíamos sentarnos en un lugar solitario y reflexionar en que en nuestro interior, Si se tuvo una Madre, que fue quien por lo menos nos dio la vida, y quizás algo más (hasta donde su capacidad se lo permitió)….

En ese espacio a solas, sin importar si eres hombre o mujer, amable lector deberás imaginar que dialogas con la mujer que más cercana hayas sentido a ti. Imaginártela hablándote con amor, acariciándote y abrazándote con todo su cariño. El diálogo interno con esta mujer debe salir desde el fondo de tu corazón, apoyándote con una imagen mental. Si no puedes conectarte con la imaginación, entonces busca una fotografía de esa mujer y concéntrate en ella, o busca una foto de alguna mujer abrazando a su pequeño hijo. Lo importante es que reconozcas que tu puedes ser amado(a) por un ser que tu estas eligiendo para que lo haga. La mente puede ser nuestra aliada si al sentirte solo(a) piensas en recurrir a tu Madre interna. Escoge bien el momento en que harás este ejercicio, debe ser donde nadie pueda interrumpirte. Se vale imaginar que eres muy querido por una buena y amorosa mujer. Lo más importante es que también perdones a tu madre si es que no pudo amarte como te hubiera gustado. Dale las gracias internamente también por no haberte quitado la vida, y por las cosas que si pudo darte. Y si aun la tienes con vida, no esperes a que se muera para agradecerle algo que haya hecho por ti. Piensa en que cuando las cosas se pongan algo difíciles, tienes a quien llamar, llama a tu Madre interna y dile: “ven Mamá, Te necesito a mi lado” y si lo haces con frecuencia, llegara el día en que ya no te sientas mas solo(a), al haber encontrado a la madre que vive en ti.

Felicidades a todas las mujeres que han amado y cuidado a los niños que han tenido cerca, sean sus hijos biológicos o no. Cada mujer que alienta a un niño a ser mejor persona, se convierte un poquito en Madre del mismo… ¡Hasta la próxima!

E-mail: psi_laurareyes@hotmail.com

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Me lanzo al ONLINE

Holaaaa... Me da mucho gusto saludarte luego de un buen de tiempo que no pasaba por aquí... Te cuento que este ha sido un año maravi...